Esta es la historia de Emma, una joven que se ha mudado desde Madrid al barrio que la vio crecer en Valencia. Trabaja en un banco y le encanta la lectura, sobre todo la novela romántica. Ve en los libros esa posibilidad de vivir mil vidas, de soñar y de dejar volar la imaginación. Es una chica fuerte, decidida, trabajadora, dulce y muy atractiva. Y por otro lado está Aarón, todo lo contrario a ella. Él no trabaja en un banco, sino que es el encargado de atracarlos. Él, junto con tres hombres más, forman una banda que se dedica a entrar en aquellos bancos que no tienen arco de seguridad, de ahí que puedan salir sin ser grabados. Están controlados por otro hombre que busca y organiza cada salida. No ha tenido una infancia fácil, su padre está en la cárcel y su madre murió cuando era pequeño. Su aspecto llama la atención: un hombre alto, fuerte, con el pelo rapado y tatuajes por su cuerpo. 
Ambos se encuentran cuando Aarón y su banda entran a robar al banco donde Emma trabaja, pero ellos al llevar máscaras no se conocen entre ellos. Hasta unos días más tarde. Resulta que Aarón lleva viviendo en el mismo barrio de Emma toda la vida, y el destino pondrá una prueba que hará que los dos se conozcan y salten las chispas entre ellos. Podrán parecer dos personas muy diferentes, él un hombre malote que le importa cuatro pimientos todo y ella una chica presumida. Ambos se darán cuenta que son más parecidos de lo que pensaban. El amor, el sexo y lo bien que están el uno con el otro, harán que esta pareja empiece a sentir cosas que ninguno esperaba. 
Hablando de la trama y los personajes, tengo que decir que ambos me ha gustado. Si que es verdad que quizás pase todo rápido y no haya mucha descripción, pero es una novela corta perfecta para leer en una tarde y desconectar un poco. Me ha encantado la evolución que tienen ambos personajes, sobre todo Aarón. Que tú al leer la sinopsis te puedes esperar a un tío rudo y malote, pero te encuentras con un hombre que tiene un corazón enorme y que cae rendido a los pies de Emma, queriendo ser un hombre mejor para ella. Emma también me ha sorprendido, al igual que Ximo un personaje secundario que he odiado a muerte. Bueno a él, a su hermana y a su padre. Menudos tres se fueron a juntar! La historia podrá parecer algo surrealista, pero la verdad es que engancha muchísimo. 
La narración de la autora es fluida, familiar, tierna y a la vez con mucha pasión. Nos regala una historia con unos protagonistas que parecen una cosa pero son otra, al igual que nos da una historia aparentemente surrealista contada de una manera de lo más original y directa, haciéndote parte de ella. Nos lleva a su antojo por la playa, disfrutando de la arena, el mar y los barrios de Valencia. Que la ambientación sea española siempre tira, porque vale que está bien la ambientación en otros sitios, pero descubrir pedacitos de España siempre está bien. Yo me voy a Valencia cuando sea siempre y cuando me esté esperando Aarón en el aeropuerto. Además, los capítulos son cortos, lo que ayuda a que la lectura sea aún más ágil todavía. El final ha sido LO MÁS y lo mejor es que no lo esperaba para nada. 
Esta es la historia de Steff, una joven que está a punto de cumplir los 18 años y que ya ha llevado un gran chasco en esto del amor cuando el chico que amaba, se marcha un año fuera y no da señales de vida. Su mundo se ve triste y negro desde que parte a su nuevo lugar. Ella ha vivido de casa en acogida en casa en acogida junto a su hermana mayor Kris y ahora, parece que su vida ase asienta cuando el general Rob las acoge a ambas en su casa. Steff podrá parecer una niña dulce, dado su fachada y su corta edad, pero tiene más fuerza de la que se puede imaginar. Es una persona que le gusta ser la dueña de su vida, no permite que nadie le diga lo que tiene que hacer, grita a lo cuatro vientos lo que quiere y ama sin barreras. 
Por otro lado tenemos a Swan, un chico de 30 años que no sabe que hacer para quitarse a Steff de la cabeza, por lo que pone tierra entre los dos y muy a su pesar se va pensando que está haciendo lo correcto para ambos. No ha tenido suerte en el pasado, su antigua relación acabó de la peor manera posible y solo quiere seguir adelante entre borracheras, compañeros de base y sexo con chicas que no va a recordar. Todo cambia cuando Steff, una chica que le conviene más bien poco que mucho, se cuela en ella y deja de ser ese Swan taciturno y enfadado con el mundo, a ser un chico que ha encontrado una razón por la que pelear. Un soldado con un cuerpo de acero, guapo a rabiar y un gran corazón. 
Esta pareja empieza a darse en la cuarta novela pero no va más allá que unos cuantos besos robados, algún que otro enfado, situaciones controladas y muchas charlas entre hermanas para entender la situación. La vuelta de Swan es un mazazo para Steff que ya no esperaba que volviera después de un año sin dejar de pensar en él. Pero Swan tampoco ha venido sonriendo y lleno de energía. al parecer los dos han pasado por el mismo calvario emocional, queriéndose olvidar mutuamente pero sin conseguirlo. Swan quiere recuperarla cueste lo que cueste, pero el orgullo de Steff se lo impide. Le reprocha no haber llamado ni haberse acordado de ella todo este tiempo. Ambos saben que su amor hace un año estaba condenado al fracaso, ya que un amor con una menor es delito en la base militar. Pero el amor hace lo que quiere entre ellos. Bueno el amor y la pasión. 
Esta novela se aleja bastante de las novelas anteriores. Esta es todo pasión, sexo, peleas, sorpresas, mentiras, reconciliaciones y música. La autora ha sabido jugar con lo erótico y lo romántico, haciendo una novela subida de tono pero en el buen sentido pero con ciertas partes de lo más tiernas. Ha jugado con la diferencia de edad para que nos diéramos cuenta que no Swan es tan mayor como lo dice su edad, ni Steff tan pequeña como parece, sino que entre ellos se entienden de todas las maneras posibles. Es verdad que a veces el sexo superaba a cualquier cosa, y puede hacerse aburrido, pero la autora lo ha narrado de una forma bastante aceptable. Si que hay momentos de subida de tono pero nada desagradable (dependiendo como pienses)
En cuanto a la narración la historia nos viene contada de una manera original pero común en cuanto a los libros de la autora. Esto es que viene en primera persona contada por Steff y en tercera persona contada por Swan, así conocemos ambos puntos de vista aunque uno no esté en primera, da mucho juego. Los capítulos son pocos y bastante largos pero es verdad que con el kindle se leen en nada. De echo, lo leí en dos días y son páginas eh! Pero la narración es muy fluida, además nos encontramos con los personajes anteriores como Julia, Zack, Kris, Penny y Luke que me han encantado! Tengo que decir que iba con muchísimas expectativas y sin duda las ha cumplido. En cuanto a los protagonistas principales, tengo que decir que me han gustado mucho, tanto por como están descritos como por la evolución tan visible que tienen. Son personajes a los que acabas cogiéndole cariño. La autora ha creado una buena historia con una ambientación iguala las anteriores, pero sin con mucha pero que mucha más pasión. También nos sorprende con ese final y con algunas escenas por el medio, dejándonos con la boca abierta y con ganas de leer esa sexta parte!
A dos pisos de diferencia de su apartamento, se encuentra Olivia, o mejor apodada por Sean como Liv. Vivía con su padre pero se mudó con su mejor amiga para estudiar en la universidad. Al contrario que las demás chicas, a ella no le interesan unos músculos anchos ni tener popularidad. Le gusta disfrutar también y no quiere que nadie le diga lo que tiene que hacer. Es una protagonista diferente por la fuerza que presenta, no se amedranta a nada, dice lo que piensa y no deja que nadie la pisotee. También es una chica muy alocada, cosa que ha dado mucho juego. Todo su mundo se ve patas arriba cuando Sean aparece en su vida, y aunque intente negarlo, Donaldson se irá metiendo en su vida sin remedio. 
El primer encuentro es de lo más surrealista. Algo que me ha gustado de esta novela es que no sigue un patrón determinado igual a la anterior, sino que hasta parecen dos novelas completamente diferentes. En esta, los protagonistas nos llevan a su antojo entre sus vidas y sus sentimientos. Sean y Liv se alejan bastante de ser una pareja convencional como las demás y eso es lo que interesa. Me gusta que los dos sean tercos y se ponen verdes de vez en cuando. Me gusta como se van conociendo y como los sentimientos entre ellos no aparecen de la noche a la mañana, sino que la autora ha sabido darle el ritmo perfecto a esta historia. Que la novela esté en tercera persona, nos ayuda a comprender los dos puntos de vista de los personajes mejor que si solo narrase uno. 
Sean y Liv me han enamorado por completo. A la vez, se alejan y se asemejan a los personajes típicos de un New Adult, pero que no os engañe, que la autora se ha sacado más de un as de su manga. Si Sean me ha enamorado por completo, Liv me ha conquistado. Los dos tienen un pedacito de mi corazón sin duda, al igual que lo tienen Aria, Max y Cam. La evolución que llevan a lo largo de la novela es sin duda, de las cosas que más me han gustado. Sean deja de ser un chico poco afín al compromiso, a ser todo un conquistador y una persona que lucha por lo que quiere. Liv deja atrás esas barreras que la impiden hacer determinadas cosas, rompe su muralla y se rinde al amor sincero que Sean le entrega. Entre los dos son uno y forman una pareja de esas que hacen suspirar. 
En cuanto a la pluma de la autora. ¿Qué puedo decir que aún no haya dicho? Nada. Victoria siempre consigue enamorarme, mantenerme pegada a sus novelas, querer odiarla en unos momentos por hacerme sufrir y querer leer todo lo que saque. La narración es ágil, familiar, romántica y tierna. Nos encontramos con unos personajes muy bien descritos, una trama que parece típica pero que tiene cosas muy diferentes y originales y es algo que engancha. Sin duda es la reina de los New Adults. Además, encontrarnos con Cam, Aria y Max ha sido una maravilla y estoy deseando seguir conociendo más historias de estos tres hermanos. Ahora el próximo es Cam, y después del epílogo de esta novela, espero que no se haga de rogar mucho. Aunque me falta algo... ¡Victoria, ya te lo dije pero no pasa nada, me has hecho sufrir! 
Esta es la historia de Lailah, una joven que padece una enfermedad cardíaca de nacimiento. Su día a día transcurre en el hospital entreteniéndose como puede con las visitas de su madre, el doctor Marcus, una pequeñaja llamada Abby y una enfermera alocada y extravagante llamada Grace que además es una gran compañía. Tiene una lista de deseos en su propiedad, ganas de salir del hospital y respirar aire fresco, ir a la playa, ir al cine... Ah, y le encantan las natillas de chocolate. Es una joven con mucha fuerza de voluntad ya que no todo el mundo podría llevar la vida que tiene. Es cariñosa, sincera, se preocupa mucho por su alrededor.
Por otro lado tenemos a Jude, un joven de veinti pocos años que ha pasado por un gran trauma que lo ha dejado bastante tocado. Es una persona que se considera incompleta. Puede parecer taciturno, serio e incluso borde en un primer momento, pero aguarda más sentimientos de los que se pueden llegar a imaginar. Trabaja como auxiliar de enfermería en el mismo hospital en el que está ingresada Lailah desde ese fatídico episodio que cambió su vida. Es una persona que da más de lo que quiere llegar a recibir, le gusta ayudar, pero no se ve preparado para querer o que le quieran. En un chico atractivo, con el pelo rubio y una sonrisa bonita que puede atraer a cualquier chica. 
Tengo que decir que los dos personajes me han encantado. si es verdad que lo que le pasó a Jude (cosa que no voy a decir) es algo típico y que ya está visto eso de "el chico roto", pero la forma de narrar de la autora me ha enamorado por completo. Los primeros encuentros se saborean lentamente, y no es una pareja que aparezca de la noche a la mañana. Dadas las circunstancias de la enfermedad de ella y del sitio en el que están, es una pareja completamente diferente. no pueden salir a pasear ni pueden ir a un restaurante, pero ellos mismos se las ingeniarán, sobre todo Jude, en hacer que todo sea mágico. Jude la verdad es que es una caja de sorpresas. 
Cuando llegó la publicación de esta novela a mis oídos, solo con la portada, ya me quedé enamorada. Pero si es que es verdad que fue leer la sinopsis y echarme un poco para atrás porque tenía miedo de sufrir con esta historia. Y sí, he soltado la lagrimita en alguna ocasión pero ha merecido la pena. Nunca había oído hablar de la autora y me ha dejado con ganas de leer más cosas suyas. Me he encontrado con muy buenas descripciones de los personajes, ya que están muy bien definidos y todos tienen sus pasados y sus limitaciones. También jugó con la novedad del escenario ya que no hay muchas novelas ambientadas casi al completo en un hospital ( o eso creo) yo por lo menos, es la primera que leo. Jugó también con los dos puntos de vista cosa que me encantó porque conocer a fondo a Lailah me ha encantado, pero saber los pensamientos de Jude es algo que me ha enamorado por completo. 
La pluma de la autora es ágil, sincera, tierna y familiar. Te transporta de lleno al hospital donde está ocurriendo el encuentro de nuestros protagonistas. Y bueno, cabe destacar que aunque parezca una historia sencilla y lineal, la autora se ha guardado más de un as en la manga y nos ha dado más de una sorpresa, que a mí por lo menos me ha dejado un poco contrariada. A parte de los dos protagonistas, que como ya dije me han encantado, tengo que citar sí o sí a Abby, una nieta de un paciente que tiene 7 años (o eso creo) y que siempre que puede va a visitar a Lailah y es un amor. También citar al doctor Marcus que nos depara más de una sorpresa y que me ha conquistado también por todo el cariño que le regala a Lailah. Y bueno, Grace es lo más, ojalá hubiese en más ocasiones! 
